Tres cosas que hacer antes de morir

Tres cosas que hacer antes de morir

Existe un dicho popular árabe que dice que antes de morir, hay que hacer tres cosas en la vida: tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol.

Yo he cumplido sólo una, tener un hijo… bueno, dos hijos que ya son adolescenta y pre adolescente. Esa parte la tengo cubierta para alegría de quien planteó esto, por partida doble encima.

Ahora te voy a explicar cómo llevo lo de las otras dos, el libro y el árbol.

El libro está en proceso, pero no mucho, un poco… Cuando me pongo a escribir, asoma así como asoma la vieja del visillo por la ventana el síndrome de la impostora… que va y me dice: ande vas hija mía, pero qué estás haciendo Cati, tu núnca vas a ser capaz de hacer eso, pero el caso es que lo estoy haciendo… Poco a poco, tranquilamente… Quiero decir que gracias a José Mota, visualizo a la vieja de visillo y me levanto y me voy, y dejo de escribir, y rompo lo que he hecho y vuelvo a empezar a los pocos días. Hoy no… mañana. Pero en fin… ahí voy, por el poder de la vara.

El árbol, aquí tenía yo ganas de llegar, lo prometido es deuda, y yo mis deudas las saldo. Querida amiga unida a mí por el Sanz, aunque ya no, te cuento cómo va lo del árbol.

Para mí, cada uno de nosotros planta un árbol nada más nacer. El árbol en sí, soy yo. Ese árbol va creciendo con los años y cada rama simboliza nuestras experiencias de vida. Mi árbol hasta hace bien poco, tenía pocas ramas, ahora va teniendo más porque lo cuido, lo riego, le doy cariño, le hablo bonito… Antes no, antes era un árbol de esos que nacen así como un poco porque sí. Y crecía, claro que sí, pero sólo se regaba cuando llovía, y era como muy estático, sus ramas casi ni se inmutaban con el viento.

Llegó un día en el que el tiempo amaneció gris y empezó a llover. Llevaba ya el pobre una temporada demasiado seco, no llovía, ya sabéis aquí en Murcia lo que pasa… lo de la sequía y eso. Bueno, pues ese día, cuando empezó a llover, el árbol se dió cuenta de la falta que le hacía ese agua, era como si de pronto sintiese que había necesitado ese agua pero no se había dado cuenta… y lloró de alegria, ese agua le devolvió la vida, sus raíces estaban ya a punto de despegarse del suelo (la función de las raíces es la de mantener el árbol anclado al suelo, son su soporte, además de que por ahí también reciben el agua y todos los nutrientes que necesita).

Y oye, aprovechó tan bien ese agua que de pronto comenzaron a salir ramas nuevas, y los más bonito de todo es, que de esas ramas comenzaron a salir flores, y esas flores se fueron convirtiendo en fruto. Qué feliz se sintió el árbol, había descubierto que era capaz de generar ramas, flores, frutos… simplemente con ser consciente de aprovechar cada gota de esa lluvia tan maravillosa.

Bueno, ya sabéis como llevo lo de las tres cosas para hacer antes de morir.

P.D Dejemos un bonito legado a los que vienen detrás, enseñemos a aprovechar cada gota, esbribamos en nuestra historia de vida momentos bonitos para que queden grabados hasta el fin de los tiempos. Para mí, esas son las tres cosas que hay que hacer antes de morir.

P.D2 Hoy ha amanecido aquí en Murcia un poco nublado, si no llueve, que es lo más probable, ya riego yo el árbol si eso… La sequía no va a poder conmigo, no puedo dejar que las flores no se conviertan en frutos. Os quiero.

Un comentario en «Tres cosas que hacer antes de morir»

  1. Pues a mi no me extrañaría nada ver y leer un libro escrito por ti . Me gusta y me llena el alma lo que escribes y tanto como expresas en esas palabras. Gracias, yo también empezaré a cuidar mi árbol que seguro dará unas preciosas flores ❤️❤️

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