Buenos días queridas lectoras y queridos lectores, por si me lee algún hombre, que me consta que si, aunque sé que la mayoría sois mujeres.

Hoy quiero reflexionar sobre una divagación mía. Me vino anoche, de la nada, como dice mi adolescenta. Aunque pienso que cuando algo te ronda la cabeza, no ocurre de la nada, por algo es.

Tengo claro que ‘padezco’ el Síndrome de la Impostora. Tranquilidad, no es una enfermedad, ni siquiera mental, aunque a veces sí. Este síndrome que padezco, me impide muchas veces hacer cosas que me gustaría hacer, pero mi autoestima chiquitita aparece sin avisar y me ronronea al oído cosas que mi ‘yo’ se cree a pies juntillas… ‘Y eso pa qué’, ‘Déjate de tonterías’, una vez incluso me dijeron: ‘No sé para qué estudias y haces tantas tonterías si tú al final te vas a jubilar con el mocho’. Ya sabéis que soy limpiadora, coach y analógica.

Lo de limpiadora fue a mis bonitos y hermosos 19 años, con la mente de eso, de 19 años… Ale, a limpiar y vida resuelta hasta que te jubiles, como bien dijo aquél, con el mocho bien agarrao…

Lo de Coach fue hace 3 años, en 2020, ese año que nos gusta tanto, ese año que nos sacó a todo el planeta tierra de nuestra zona de confort y nos recordó que no somos eternos, que somos vulnerables y que con un chasquido de dedos, adiós muy buenas. Pues para mí fue el año del cambio, de mi cambio.

Este deseo de cambiar ya venía de antes, fue un despertar, yo lo llamo ‘crisis arrimá a los 40 tacazos’. Empecé a plantearme cosas que jamás se me ocurrieron, y si se me ocurría, enseguida ‘pasapalabra’, a otra cosa mariposa, y yo pa’que… Eso es el Síndrome de la Impostora… ‘Y yo pa’que’… ¿A que así lo entendéis mejor? A partir de ahora, voy a llamar al síndrome así… ‘Y yo pa’qué’. No sé si alguna o alguno de vosotr@s ha visto el programa ‘Ailoviu’ o ‘El Pinchazo’ de aquí de nuestra tele regional, yo es que soy de consumir productos regionales, me encantan. El ‘ Yo pa’qué’ se lo copio a ellos.

Lo de analógica es muy fácil, me viene en la genética, nací así de serie. Me he criado rodeada de enseres huertanos, de monedas antiguas, de relojes Casio que te duran toa la vida… Por eso, digo yo que será por eso, me gusta la sencillez, no me gustan las redes sociales, ni las tecnologías de hoy en día, ejemplo de ello es que llevo un Casio. Aclaro que no soy de Clara Chia ni de Shakira, soy Cati Balsalobre.

Bueno, pues el ‘Yo pa’qué’ me ha perseguido toda la vida cual mosca cojonera, de las que no puedes quitarte de encima por más aspavientos que le hagas. Pero las moscas cojoneras en algún momento se aburren y se van, pues mi mosca, mi ‘Yo pa’qué’ se fue, aunque a ratos viene, pero tengo una táctica para salir de esa situación… Me hago la pregunta clave: ¿Cómo quiero verme dentro de cinco años? Quizá con el mocho bien agarrao, pero mientras lo agarro y no lo agarro, yo sigo mi camino, mi ilusión, creo la vida que quiero, me enfoco en lo que quiero, aunque sea con el mocho agarrao.

P.D. Os habréis dado cuenta que no estoy poniendo paréntesis, estoy en terapia para desengancharme, ahora le estoy dando fuerte a las comillas. No sé si me está haciendo mucho la terapia, pero en fin.

P.D.2: En los chinos venden unos matamoscas de esos de antes, de los de zarpazos, yo ya tengo el mío. Suelen ser infalibles aunque a veces se me escapa la jodida. Lo tengo siempre a mano, por si vuelve… que volverá.