Acabo de terminar de ver la serie de Netflix ‘Un cuento perfecto’. No os voy a hacer spoiler por si no la habéis visto, pero me ha encantado… Ya no por la historia en sí, sacada del libro con el mismo título de Elísabet Benavent, la historia es romántica, amor a diestro y siniestro, muy bonita… La cosa es que te muestra cómo hay diferentes formas de actuar en la vida para crear el final que quieres para tu cuento perfecto.

Cuento: lo que te cuentas.

Perfecto: cómo tú quieres que sea ese cuento.

Cuento Perfecto: lo que te cuentas para que tu vida sea como tú quieres.

Dentro de la palabra Perfecto existen varias formas de interpretarla, para mí ‘perfecto’ es algo así como: está como yo quiero que esté. Sí, lo perfecto es relativo, la perfección no existe, o quizá si… Lo que para mí lo es, quizá para ti no.

Así es como yo interpreto esa palabra. Hoy me está costando mucho escribir esta entrada, porque mi cabeza da vueltas, muchas… No sé si le pondré algo de humor como acostumbro, porque hoy estoy en modo revuelto… Pero no de mal, si no de ganas, de ganas de que mi cuento sea ‘perfecto’.

Esa perfección que yo busco, la mía (quizá no sea la tuya), es cómo quiero yo encauzar mi vida, cómo quiero andar el camino a recorrer.

Ahora no estoy escribiendo mucho, pero por aquí claro, sigo escribiendo para mí, para mí sola. Podría deciros que estoy en modo ‘vacaciones’, pero mi cabeza no entiende de eso… Es algo innato, a veces de ahí salen cosas buenas y a veces no. Te explico, a ratos me como el mundo y a ratos el mundo me come a mí, y como este blog se llama ¿Por qué no lo dices?, pues voy y lo digo… Si, a veces siento que el mundo me viene grande, pero ojo, eso el lo que me ‘cuento’. Y entonces empiezo a utilizar mis herramientas de PNL y convierto ese mundo que me come, en un delicioso bocado pa comérmelo yo. Es muy fácil, si quieres que te lo cuente, me lo dices, porque quizá os prepare algún taller o curso para enseñarte cómo hacerlo.

Pero bueno, a lo que iba. Estoy en pleno proceso de transformación, de reseteo, recalculando o como quiera que eso se llame, buscando mi camino… Y me viene a la mente el poema tan maravilloso de Antonio Machado ‘Caminante no hay camino’ y sigue: ‘se hace camino al andar’. Imagino que conoces el poema, si lo escuchas cantado por Joan Manuel Serrat, quizá se te pongan los pelos como escarpias, como a mí.

Pues eso, que el camino se hace andando, si te cansas, te sientas un rato, pero tienes que seguir, camina. ¿Para qué? Para poder crear tu ‘Cuento Perfecto’. El que tú quieres, el que te cuentas, pero no el que te cuentan. Y si encima es perfecto para ti, pues mejor que mejor, te comes el mundo como una delicatessen de esas que te gustan.

P.D: En este recalcular, en este camino, voy a intentar seguir escribiendo, no lo voy a dejar, es como si mi cuerpo necesitase esas vacaciones que en realidad necesita mi mente. Necesito cual gourmet, crear bocados de placer, como dice el anuncio, bocados exquisitos, para mí claro, pero para vosotros también.

P.D.2: Seguro que en Septiembre retomo con regularidad mi blog. Ahora me voy a dejar llevar… Voy a intentar en este mes de agosto, crear mi ‘Cuento Perfecto’. Pido disculpas, no me voy, me quedo pero a ratos…

P.D.3: Os voy a contar un secreto, ¿os acordáis de las anchoas de Santoña? Pues dentro de mi ‘ Cuento Perfecto’ está el capítulo que se llama: ‘ Por fin las voy a probar (las anchoas)’… Si, por fin, y algún sobao también caerá… Mis Mujeres Bonitas entenderán lo de los sobaos.

P.D.4: Voy a meter en esta postdata todo lo que os quiero terminar de decir, y ya paro, que me lío y son demasiadas postdata para mi gusto.

-Hoy más que paréntesis, han habido muchas comillas… será la calor… Y otra cosa, que no te cuenten cuentos, crea tú, tu ‘Cuento Perfecto’, pa tí, tu bocado delicatessen, tu bocado de placer, la exquisitez hecha persona, tú.