Personas Vitamina o píldoras con patas
Estas dos palabras se han hecho muy famosas gracias a la Dra. Marian Rojas Estapé. Quizá alguien más las acuñó en su momento, pero ella ha hecho que las grabemos a fuego en nuestro cerebro, al menos yo: PERSONAS VITAMINA.
Píldoras andantes, así me las imagino yo. Por mi trabajo de limpiadora ( siento lo del paréntesis, tenía que ponerlos para aclarar que limpio en un hospital) veo muchas píldoras, unas que curan y otras que también.
Estás:💊 curan.
Y luego están éstas:🫂 que también curan.
Las primeras hay que tragarlas, con agua, a veces se quedan ahí en la garganta y hay que beber más, hasta que entran del todo. Porque sí, porque te lo ha dicho el médico, que te van a curar si te las tomas, y punto pelota.
Pero luego están las otras, las que andan, las que te rodean en tu vida, las que te acompañan en tu día a día.
Esas, las que andan, no hay que tomarlas con agua, hay que tomarlas con la cabeza y con el corazón.
Algunas son vitamina, y otras son de las que te hacen reacción o efecto rebote. Yo he aprendido que cuando una se me apalanca, esa no cura. Cuando no puedo tragar, esa no vale. Pienso: esta no me la ha recetao el médico.
Y busco otra, que no se apalanque, que me la pueda tragar sin agua, sin esfuerzo, y lo consigo. Y me la tomo, y me cura.
Tienen piernas, brazos, ojos, alma y corazón, y por supuesto cabeza. Esas que cuando te las tomas, te baila la vida, te dan ganas de llorar, pero de felicidad.
Traga, traga feliz, sin agua, sin esfuerzo, esa si te la ha recetao el médico.
Tengo yo en mi botiquín de primeros auxilios, una caja llena, de muchos colores, y formas, y corazones, y almas. Y me las intento tomar cada día, porque me curan. Os aseguro que me curan hasta los dolores de la edad.
Doy las gracias a mi botiquín, lleno de píldoras andantes, de las que receta el médico, pero sin tomar agua. De las que entran solas y me hacen el efecto rápido, a veces sólo con verlas, sólo con mirarlas.
Gracias también a mi médico que siempre le digo lo mismo, por favor, de las de sin agua, y con piernas a ser posible.
P.D. Mi médico se llama ( por si alguien quiere consultarle, Cati Balsalobre ) o sea, yo. Yo soy la que me las receto, la que se da cuenta que algunas ni con agua y otras entran solas, la que se da cuenta cuál si y cual no.
Vivan las píldoras vitamínicas con patas ( toque murciano y paréntesis porque me da la gana) ( llevo algunos días sin escribir y los echaba de menos)
¿Sabes porqué llevo algunos días sin escribir? Porque se me apalancó la píldora, pero no me la he tragado, que no cunda el pánico y acabo de encontrar una de las de sin agua. Quizá seas tú que me está leyendo, porque aquí tengo muchas.
Gracias píldora con patas, TE QUIERO.